Hace tiempo que no me dedicaba un minuto a escribir.
Hoy día, no se trata solamente de ver los momentos felices que nos ocurren fuera de casa, sino los momentos felices que nosotros hacemos que nos ocurran.
Existen personas a nuestro alrededor, que aunque tengan el poder de hacernos el día, el peor del mundo, tienen el poder también de hacer que un día sea hermoso, solo porque están ellos ahí.
Los llamamos familia, amigos, enamorados, como sea que los hayan denominado, llámenlos, invítenlos a pasar un día con ustedes. Algo que nos falta todos los días son momentos para conversar con esas personas que nos hacen sentir mejor, porque piensan en nosotros todos los días.
Sé que dije que tienen el poder de decir una palabra que nos derrumbe el día, porque nos dicen algo que nos molesta o nos hacen un comentario feo porque están de mal humor. ¿Pero no nos afecta porque los amamos? Y precisamente por eso, ¿No deberíamos tolerarlos? Todos tenemos nuestros malos días, y ellos son los que nos soportan cuando estamos gritones o berrinchudos o engreídos simplemente y tenemos ganas de reclamar la atención de alguien; se merecen que nosotros también estemos ahí para ellos. Así funcionan los amigos...
"Ámame cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite"
Proverbio Chino
