lunes, 26 de marzo de 2012

A mi hombre sin rostro

¿Han visto cómo las mujeres exigimos demasiado de los hombres, pero a veces parece que nosotras no nos esforzamos por ustedes?

Aquí les va una pequeña, quizás equivocada explicación...

Vimos en un país, mundo, dimensión machista... Hemos sido criadas para ser capaces de todo, ¿cierto? Lavar, planchar, cocinar, embarazarnos, aguantar dos, tres, catorce partos, criar a los hijos, enseñarles valores, llevarlos al colegio, atender a nuestro esposo, ser fieles, amorosas, apasionadas esposas... Culpables de cada falla en la casa que no tenga que ver con tuberías y cosas rotas.

El cambio de siglo... Milenio, perdón. No ha traído a la mujer peruana un cambio de roles, y por favor, no me malentiendan, no exijo que regresemos a nuestro antiguo y subordinado papel; nos ha traído aún más tareas, porque ahora somos profesionales, y no cualquieras, nonono... Tenemos que ser mejores que ustedes, hombres, para poder encontrar nuestro lugar en la empresa que nos contrate, porque trabajamos más y ganamos menos. Oh, sí... Entonces no basta con lavar, planchar, cocinar y atender, también tenemos que leer (el doble), desarrollar (el doble) y producir (el doble).

Entonces, en una sociedad en la que el mundo nos exige tanto, a nosotras, sus costillas y adoradas mujercitas, ¿dónde quepa que nosotras les exijamos a ustedes? Si es que aún no han caído en la lógica, aquí les va...

Cambia el rol, cambia la tarea, cambia el trabajo... No cambiamos nosotras. Una mujer que trabaja todo el día, necesita un hombre en quien pueda confiar todo el día, un hombre que respete su labor, que no espere que ella haga todo, que se dedique a ella, tanto como ella a él. Necesitamos un hombre amoroso, que nos de cariño cuando llega de casa, porque estamos igual de agotadas que ustedes... Que esté dispuesto a lavar su plato, por ahí también el mío... Y así como quiere su masaijto en la espalda, que me de a mi uno en los pies... Por que TODO lo hacemos y en TACOS, así que si quieren joder con que les aprieta la corbata... Bitch please.

Necesitamos hombres que nos puedan cuidar, pero que quieran ya crean que nos podemos cuidar solas. Que cumplan su rol de machos cuando lo tienen que cumplir... No nos molesta su fuerza bruta, solo no abusen, porque en serio se ven medio tarados cuando se las dan de alpha.

Hombres capaces de ser sensibles con nuestros problemas y que nos den soluciones. Queremos alguien que nos escuche, sí, pero también nos gusta su consejo, y aunque parezca que nunca les hacemos, créannos que es muy probable que un futuro lo apliquemos, se lo digamos a alguna amiga para ayudarla o en el mejor de los casos, lo usemos en su contra, jajaja.

Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, dicen... Y detrás de cada gran mujer, debería haber un gran hombre, apoyándola siempre.

Todas tenemos un hombre sin rostro que es capaz de todo esto por nosotras.

Esta será una entrada apelando al lado independiente y romántico que toda mujer tiene... Sin temor al éxito y sin temor a arriesgarse. La que no arriesga no gana, queridas, pero tampoco sean tontas... si un hombre está dispuesto a todo por ustedes, juéguensela toda por él, porque una mujer que no aprecia lo que tiene, quizás no se merece lo que quiere.

Bendiciones.

Whatever women do they must do twice as well as men to be thought half as good. Luckily, this is not difficult. ~Charlotte Whitton

miércoles, 21 de marzo de 2012

3, 2, 1... fin.

No puedo creer que no escribo desde Noviembre.

Fue lo primero que pensé al ver mi última publicación... Que sinceramente no sé qué tan pública pueda ser dado que tengo un seguidor y unos cuantos followers en twitter; pero este espacio es para quien lo quiera, para quien lo necesite y para quien necesite de mi.

En fin, debo resumir en unas cuantas palabras, pocas líneas y contadas letras todo lo que ha ocurrido desde noviembre... 3, 2, 1...

Último examen. Me fui a la playa. Viví una semana con unos amigos. Se enamoraron. Están juntos. Regresamos. Volvimos a la playa. Pasamos año nuevo ahí. Tres parejas y yo. ¿Raro? Sí. ¿Incómodo? Menos de lo que ustedes creen. Regresamos. Qué tal bronceado. Empecé a trabajar. Mi mejor amiga se va. Cuento los días. Está con enamorado ahora. No tiene tiempo. Trabajo. No la veo. Niños por todas partes. Mis mejores amigas emparejadas. Oh Dios... Terminó el trabajo. Me voy quedando sin dinero... Dos procesos de selección. Rechazo uno. Me niegan el otro. Dejé de extrañarlo... Pero como vuelve el pasado a lastimar las heridas que nunca curaron. Heridas que solo se abren por la soledad y el miedo. Pero hay luz, hay sol, hay futuro, hay verano por disfrutar, caminos por recorrer, mares por cruzar y muchas muchas sonrisas por dar.

Mis mejores deseos, siempre.