sábado, 5 de marzo de 2016

No soy Feminista

A ti, señor, joven, amigo, hermano...

Que no entiendes, que estás harto del tema, que ya te cansaste de las manifestaciones feministas en FB y demás redes. Que te cansaste de las noticias relacionadas a Marina y Maria José.

Lo siento mucho. Pero esto no se acaba, ni se va a acabar.

Todos los días, mujeres a  nuestro alrededor son víctimas de abuso en las calles y en sus propias casas. Y lamento mucho que no entiendas. Pero gracias a Dios, no tienes la experiencia de ser acosado, perseguido, observado, tocado sin tu permiso. Gracias al universo, no tienes que vivir lo que vivimos nosotras todos los días cuando subimos a un taxi solas, cuando se nos pegan en el micro, cuando salimos a la calle en falda, shorts, leggins... lo cierto es que la situación no cambia en función a lo que llevemos puesto.

Y no, no estoy exagerando.

No soy feminista, ni mucho menos. Pero soy mujer y me siento vulnerada cada vez que un taxi me sigue por cuadras, se detiene a mi lado y me dice "sss... sss... te llevo gratis". Cuando me mandan un beso desde una combi, cuando un policia me silba en la calle. Me siento ofendida cuando hombres, como tu, por no entender, hacen chongo con lo que nosotras vivimos y lo naturalizan.

No soy feminista, pero creo en el derecho que tienes tu, varón, de decirme que no puedo cachetearte porque me da la gana, ni puedo entrar a tu casa y llevarme tu televisor solo porque dejaste la puerta abierta. Así como tu no tienes derecho a tocarme solo porque me pongo una falda...

Creo en el derecho que ejerzo al decir que NO tienes permiso de tocarme sin mi permiso, creo en el derecho de reclamarte y demandarte respeto, si decides no escuchar mi voz. Si osas tocarme.

Creo en el derecho que tienes de perseguir al ratero que entre a tu casa a palos, por robarte... así como en el mío de sacarte la mierda, si me tocas.

Y no me malentiendas, no estoy a favor de la violencia. Pero dime, ¿qué hago? No busco ser incoherente, pero cómo resolvemos esta frustración de no poder detenerlos con una cachetada, con un grito, con una denuncia.

¿Cómo los detenemos?

Cómo detengo al maldito que decidió faltarme el respeto en un parque, solo porque me vio corriendo... ¿Cómo me borro su cara? ¿su sonrisa cachosa? ¿Cómo?

A ti, pobre diablo, ojalá que no se te borre mi cara, y que la próxima vez que te le acerques a una mujer, te tiemble hasta el alma.

Pero esto no es por ti, es por ellas. Que sin querer se convirtieron en mártires de una lucha que viene ocurriendo por mucho tiempo. Una guerra perenne entre las mujeres y la calle, e incluso muchas, libran la batalla en sus casas.

Esto es para ti, varón respetuoso, que no entiendes a tu hermana, enamorada, novia, esposa, cuando te cuenta por qué vive asustada.

#niunamenos