jueves, 2 de febrero de 2017

No me importa la maestría

Hay cientos de cosas en la vida que me importan más que una maestría. 

Me importa ser psicóloga, colegiarme (aunque el trámite lo vengo pateando por meses), me importa saber hacer una buena terapia, me importan los jóvenes y lo vulnerables que son al mundo y la fortaleza que tienen para cambiarlo a su antojo. Me importa ser capaz de enseñarles valores y que vean en mi un modelo y una guía y no solo un adulto más... 

Me importa mi sueño del negocio propio y llevarlo a cabo así tenga que romperme la espalda para construir ese sueño. Me importa tener una vida tranquila, darle a mis hijos mi tiempo y mi espacio y enseñarles a sacarse la mierda por lo que quieren... Me importa ser una buena esposa y construirme a mi misma como una buena persona y que ser buena simplemente fluya dentro de esto... Me importa unirme a un buen hombre, que como consecuencia de su vida, valores, principios, no le quede otra opción que ser un buen esposo... 

Me importa mi sueño de tener una familia y de ser feliz y tener una vida tranquila, que solo se desequilibre por los problemas de la vida, que yo no pueda controlar, aunque la culpa me vaya a invadir en ese momento... 

No quiero una maestría, ni una gerencia, no quiero ser VP de ninguna empresa... no quiero sacarme la mierda para que Perensejo haga la plata que quiera y yo solo tenga para pagar mis cuentas. No quiero adecuarme a una empresa sin valores y sacrificar los míos... 

Y no quiero una maestría, no creo que esté mal, si eventualmente ocurre, será bienvenida si encuentro lo que yo deseo estudiar... Pero tengo tantos sueños, tan grandes, muchos más grandes que una simple maestría... 

Quiero ser terapeuta... Quiero ser coach... Quiero aprender francés... Quiero tocar guitarra.. Quiero aprender a cantar... Quiero bailar... Quiero mi negocio (ya sé cuál, pero no lo voy a decir...)... Quiero bailar sin música... todos los días...