viernes, 11 de octubre de 2013


Desde hace un tiempo, cada día me he hecho la msma pregunta: Cómo es que un simple acto de coraje, un gesto pequeño, puede cambiar tu vida por completo.

Todos los días desde hace un tiempo me despierto pensando, sintiendo, hablando diferente. Queriendo cambiar mis sueños por mi realidad, porque ahora, es mejor estar despierta que dormida.

Hace tiempo no sé hablar, porque me acostumbré a escribir lo que siento en vez de decirlo. Me hice el hábito de desfogar en letras escritas lo que no podía decir en voz alta. Incluso ahora, me gustaría poder hablar para expresarme completa, pero siento que mi lengua entorpece mis palabras y mi garganta se cierra al escuchar a mi corazón salir.


Mi forma de pensar ya no es la misma. Todo lo que antes refutaba, regañaba o criticaba se ha vuelto mío. Todos mis esquemas y formas de actuar, han ido cambiando, pues la vida me está demostrando, una vez más, que estaba equivocada.

Sin embargo, en otras, me ha dado la razón... Pues mi corazón al fin se ve reconfortado en que su forma de querer estaba bien y ha encontrado uno que le responde en el mismo idioma.

Mis temores han cambiado por completo. Todo aquello a lo que yo le tenía miedo, es vanal al lado de los temores de ahora. El temor a la soledad es absolutamente nulo al lado del temor a lastimarlo, aún más insignificante al lado del temor a perderlo.

Pero me deja ser. Me dejas ser grande, me deja crecer. Me corrige en lo malo, me premia en lo bueno. Me acompaña en lo adverso y me da amor todo el tiempo. Ha despertado en mi sentimientos que yo consideraba muertos. Me veo cada día con actitudes nuevas y motivaciones distintas a las de ayer. Mis pensamientos son diferentes ahora, los esquemas antiguos se han ido rompiendo, dejando pasar ideas nuevas, mejores que las de ayer... llevándome a pensar que he empezado una vida mejor.

Fue un acto de coraje a ciegas, pues no sabía dónde me metía... Y aún ahora, no sé dónde me he metido. Pero el tiempo, mi corazón y el Cielo me están demostrando poco a poco, que es por actos pequeños de valentía que la vida cambia... Que todo mejora. No fue un gran gesto... Fue un hola.